El parto es un momento muy especial en la vida de cualquier mujer. Exactamente por eso es fundamental que las mujeres sepan y tengan más conocimiento sobre los diferentes tipos de parto, ya que esto hace posible que puedan decidir lo que consideren mejor para ellas.
Parto natural:
Este es el parto en el que el bebé nace por vía vaginal, pero difiere del parto normal, ya que se realiza sin intervenciones como la analgesia ni el uso de oxitocina artificial para estimular las contracciones, o procedimientos tales como la episiotomía.
En este método, el servicio se centraliza en las mujeres, en que se respeten sus necesidades y sus opciones, por lo tanto es humanizado. De esta forma, la madre puede elegir la ubicación en la que quiere dar a luz, por ejemplo, en casa o en el hospital.
Parto normal:
Conocido como parto vaginal, pues la salida del bebé es vía vaginal. Es de inicio espontáneo y el bebé nace con presentación cefálica, es decir, la cabeza se coloca en la pelvis, preparándose así para el posterior nacimiento. En algunos casos se pueden producir dificultades en la salida del bebé y ahí, una episiotomía puede ser realizada. Esta es una incisión quirúrgica hecha en el perineo, la región del músculo que se encuentra entre la vagina y el ano.
Los beneficios del parto normal son numerosos. Para el bebé puede significar garantizar un pulmón maduro, contacto con la madre en los primeros momentos de la vida, oportunidad de succionar el pecho, menos posibilidades de enfermedades respiratorias, entre otras. Para la madre menos riesgo de hemorragia, recuperación más rápida y contacto rápido con el bebé.
Parto en el agua:
Es aquel donde el nacimiento del bebé ocurre con la madre sumergida en agua en una bañera o piscina. El vientre debe estar completamente cubierto por el agua y el padre incluso puede entrar en la bañera o en la piscina para apoyar a su pareja en este momento tan íntimo e importante.
La madre es colocada en una tina llena de agua tibia durante el parto. Lo acostumbrado es que generalmente la madre entre al agua después de una dilatación cervical mayor que 5cm y sintiendo contracciones frecuentes e intensas. Más de 2 cada 10 minutos.
Parto en cuclillas:
Es realizado de la misma manera que el natural, cambia solo la posición de la madre, en lugar de estar en la posición ginecológica normal, permanece en cuclillas. Este es generalmente un parto muy rápido, que es ayudado por la fuerza de gravedad debido a la posición vertical y suele ser más cómodo para las mujeres.
Parto con fórceps:
Este se realiza cuando un parto normal evoluciona con ciertas dificultades para la salida del bebé. Fórceps es un instrumento que consta de dos partes alargadas conectadas que se curvan en las puntas para mantener la cabeza del bebé.
Es necesaria la realización de episiotomías en el perineo para la introducción de los fórceps y el posicionamiento de la cabeza del bebé. Con el fórceps ajustado, el profesional empujara en cuanto la mujer se ve obligada a empujar al bebé durante una contracción.
Parto Leboyer:
También llamado parto sin violencia, es un tipo de parto en donde se intenta no estresar al bebé, convirtiendo su primera experiencia fuera del útero en una experiencia menos traumática por decirlo así. La idea es que el nacimiento sea hecho en un ambiente tranquilo, y lo más parecido posible al útero de la madre. Para ello, se usa poca luz, silencio y ambiente caliente con el fin de mitigar el impacto de la diferencia entre el mundo intrauterino y extrauterino.
Cesárea:
Se realiza vía transabdominal, con una incisión en el abdomen de la madre, mediante la cual cortan varias capas hasta llegar al feto dentro del útero y retirarlo por esta incisión. Después que el bebé es retirado, ocurre la eliminación de la placenta.
Parto asistido en casa:
Cada vez más madres escogen este método para dar a luz. No es algo tan temerario, al final las madres se encuentran más seguras y libres en sus casas. Este es un parto con dolor, pero las mujeres están preparadas para ese sufrimiento, lo asumen como parte del proceso. Hay muchos recursos para mitigar el dolor, como la bañera de agua caliente, la noesiología, los masajes y otros.
Este método se caracteriza por ser largo, puede durar unas 12 o 16 horas. La comadrona tiene como misión acompañar a la parturienta en todo momento, tomarle las manos, ayudarle a encontrar la postura más cómoda en cada momento, darle masajes y demás
Parto humanizado:
Este tipo de parto es una actitud, no un método. La mujer es protagonista del nacimiento de su hijo, donde sus elecciones son respetadas y discutidas con los profesionales, usando la medicina basada en evidencia científicas.
En pocas palabras, el parto humanizado se refiere además a un parto que es tratado como un proceso fisiológico normal que, solamente en una minoría de los casos, requieren intervenciones.
Fuente: https://eresmama.com